Pieza que presenta una figura femenina durmiendo plácidamente en una luna, envuelta en un brazo de colores vibrantes y formas orgánicas. El fondo se fusiona con la figura principal y los elementos flotantes con transiciones de color y formas abstractas, sugieren movimiento y fluidez, como si la escena estuviera sumergida en un entorno acuático y etéreo.
Sobre la figura flotan estructuras florales o mandalas intrincados, con patrones geométricos y puntos que añaden textura y detalle.
La obra se distingue por los colores brillantes y saturados, amarillos, azules profundos, turquesas, rosas o naranjas, creando una atmósfera onírica y de ensueño.
El cuadro refleja, como viene siendo habitual en mi obra, la exploración de las emociones en el autoconocimiento.